Cuando tuve mi diagnóstico de autismo y empecé a ir a juntas autistas, una vez alguien llevó el mejor fidget que ha pasado por mis manos: era un patito apretable, hermoso, tiernísimo, con textura suave, no pegajoso y extremadamente agradable al tacto. Desde entonces me tomó dos años encontrarlo y ahora estoy emocionadísima de ponerlo a tu disposición, porque es lo máximo.
Este patito apretable es muy elástico, tiene una textura suave y para nada pegajosa y ¡es demasiado lindo! Llévalo contigo para ayudarte a concentrarte, a relajarte y a sonreír cada vez que lo mires.